Sumérgete en la historia costera en Calella

Calella: donde pasado y Mediterráneo se dan la mano
Mucho antes de convertirse en destino turístico, Calella ya era punto estratégico para pescadores, comerciantes y vigías del litoral. Pasear por sus calles estrechas o mirar el horizonte desde los acantilados es viajar por cinco siglos de encuentros entre mar y montaña. Con esta guía descubrirás monumentos, museos y rincones tradicionales que dan identidad a la capital de la Costa del Maresme.
Monumentos imprescindibles en Calella

Faro de Calella
Construido en 1859, ilumina la costa con un alcance de 35 kilómetros. Además de mirador privilegiado, acoge una exposición sobre señales marítimas y la evolución de los faros en Cataluña. Llega a pie desde el Hotel Internacional en 25 minutos y regresa al atardecer para una panorámica inolvidable.
Las Torretas
Sobre el mismo acantilado verás las antiguas torres telegráficas del siglo XIX, que conectaban Barcelona y Girona mediante señales ópticas. Sus ruinas evocan un pasado de comunicación avanzada para la época, y hoy son punto fotográfico obligado.
Iglesia de Santa María y San Nicolás
En pleno casco antiguo, este templo barroco del siglo XVIII reúne retablos con pan de oro y frescos neoclásicos. Observa la techumbre de bóveda de cañón y el órgano histórico que todavía suena en conciertos de verano.
Mercado Municipal
Inaugurado en 1927, refleja la corriente modernista de la región. Su estructura de hierro y vitrales filtran la luz sobre puestos de pescado y productos de huerta. Visita temprano para probar anchoas saladas y quesos artesanos.

Museos que cuentan la vida marinera
Museo-Arxiu Municipal de Calella Josep M. Codina i Bagué
Ubicado en una antigua fábrica textil, alberga colecciones de arqueología, etnografía y arte. Destacan las barcas de pesca a escala y utensilios de red que muestran la transición de la vela al motor en la flota local.
Museo del Turismo (MUTUR)
La primera institución del mundo dedicada a la historia del turismo. Paneles interactivos y piezas audiovisuales explican cómo Calella pasó de pueblo marinero a referente vacacional en los años 60, fenómeno conocido como boom turístico.
Refugio antiaéreo del Parque Dalmau
Excavado en 1937 durante la Guerra Civil para proteger a la población de los bombardeos. Recorrer sus pasillos iluminados te conecta con la memoria colectiva y el esfuerzo civil ante la adversidad.
Barrios y rincones tradicionales
Carer de l’Església
Peatonal y comercial, conserva fachadas blancas, balcones de forja y suelos adoquinados. De noche, los faroles dan un ambiente romántico perfecto para probar cocas de llardons en las panaderías centenarias.
Barri de pescadors
Entre la playa y la vía del tren, encontrarás casas bajas pintadas de colores pastel. Observa los remos colgados en puertas y los patios donde aún se remiendan redes. Cada junio aquí arranca la Festa de la Mare de Déu del Carme, procesión marinera que rinde homenaje a quienes viven del mar.
Parque Dalmau
Pulmón verde inaugurado en 1928 con pinos monumentales y caminos de tierra rojiza. Fue lugar de veraneo para familias barcelonesas que llegaban en tren de vapor. Busca la Glorieta, mirador semicircular que enmarca el Mediterráneo entre copas de árboles.

Rutas autoguiadas para absorber la esencia
Itinerario de 2 horas por el casco histórico
- Salida: Plaza de la Iglesia y visita al templo.
- Paseo por el Carrer de les Basses, antigua zona gremial.
- Parada en la casa Can Saleta, ejemplo de arquitectura indiana.
- Degustación de vermut casero en la Bodega Queralt.
Ruta “Mar y Montaña”
- Ascenso matutino al Faro y Las Torretas.
- Descenso al barrio de pescadores para comer suquet de peix.
- Paseo vespertino por el paseo de Manuel Puigvert bajo la arboleda centenaria.

Consejos logísticos desde Hotel Internacional
- Alquila una bicicleta para cubrir distancias cómodamente y sin emisiones.
- Pide mapa histórico gratuito: incluye códigos QR con audioguías.
- Compra entradas combinadas para Museo Municipal y Refugio; ahorrarás tiempo y 15 % del precio.
- Lleva calzado cerrado para senderos al faro; la roca puede resbalar con la bruma.
Preguntas frecuentes sobre Calella
El primer domingo de cada mes el MUTUR y el Museo Municipal abren sin coste; conviene llegar temprano porque el aforo es limitado.
